Hoy no hablaré de la gestión del cambio, eso da para el próximo contenido.
Pero sí quiero decir que no debemos tener miedo a cambiar de opinión. Ese es en realidad el primer paso para gestionar los cambios que se producen desde nosotros mismos.
Incluyendo los cambios profesionales, que es de lo que quiero tratar.
Comencé en el mundo de la empresa y de ser un profesional que va por libre en el año 2001. En aquél momento tenía claro lo que quería hacer, y lo compaginaba con el trabajo por cuenta ajena.
Aquello no funcionó pero encontré otros objetivos profesionales, también por cuenta propia. Esta vez con socios. De allí salió Loogic.
Hicimos muchas cosas, Javier y yo, y también muchos colaboradores y en especial Agustín que nos acompañó de cerca en la última etapa de Loogic.
Bueno, la última etapa de Loogic es esta, en la que sólo sobrevive, a veces parece que de milagro, esta newsletter que he sido incapaz de conservar en frecuencia a lo largo del tiempo.
Precisamente no he sido capaz de manternerla con una periodicidad determinada porque no tengo, o no tenía, ningún objetivo para ella. La encuesta que hice en el anterior envío ha confirmado mis sospechas. Lo que ahora tiene más sentido en Loogic para la audiencia actual, es decir, para ti, es esta newsletter, que por eso estás aquí.
¿Tengo ahora el objetivo claro de Loogic? Sí que lo tengo, lo que no sé es si tengo el tiempo necesario para cumplirlo.
Así que sigo sin poder prometerte nada. Veremos hasta dónde llego. La cuestión es que si no tengo tiempo para esto, significa que no está entre mis prioridades.
Malo.
O no tan malo. Porque se trata de encontrar el camino profesional, no de forzarlo.
Tengo claro a dónde me quiero dirigir. Igual que cuando empecé en 2001.
Al igual que en aquél momento, mantenía un trabajo por cuenta ajena mientras hacía “mis cosas” de emprendimiento, empresa y negocios. Tenía que mantener el trabajo por cuenta ajena porque la prioridad era tener unos ingresos mínimos, suficientes, o llámalos como quieras.
En este momento actual tengo claro a dónde me quiero dirigir, pero igualmente tengo que mantener una actividad determinada para pagar las facturas. No es una resignación, en absoluto, me gusta todo lo que hago y lo hago porque en su momento elegí hacerlo.
A la vez que mantengo eso que paga las facturas, me estoy abriendo camino en otras direcciones. O más bien estoy desbrozando a ver si puedo abrirme camino.
No tengo prisa, porque como digo lo que hago ahora me gusta. Y aún con eso, he decidido darme permiso para cambiar de opinión y querer hacer otras cosas bien diferentes.
Ante los cambios en tu rumbo profesional, lo primero que es necesario es que te des permiso para cambiar de opinión.
Hasta aquí he llegado hoy. Espero tus comentarios en cualquier medio o plataforma en la que me encuentres, desde esta newsletter, mi correo electrónico, Linkedin o Twitter/X.
Hasta pronto.
Ignacio de Miguel
Co-Fundador de Loogic.
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